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¿Qué es el tantra?

La palabra Tantra proviene del sánscrito y tiene varios significados, entre ellos, los más significativos para mí son: tejido, urdimbre y técnica . Podríamos decir que el Tantra son técnicas para la expansión de la consciencia y que a través de ella podemos recordar el tejido que une todas las cosas, nos recuerda que somos parte de todo lo que existe y que existimos en constante interrelación con todo lo que está vivo (y lo que no también)

El Tantra es un camino de integración entre la consciencia (Shiva) y la energía (Shakti) un camino para explorar la experiencia humana integrando nuestro ser espiritual, acuerpar la divinidad aquí en la Tierra,  en nuestra experiencia cotidiana.

Esto se hace posible cultivando el estado de Presencia en todo lo que somos y lo que hacemos.

En sus orígenes, la cosmovisión tántrica se compartía de forma oral, los primeros textos encontrados datan de alrededor de 5000 años atrás, el más relevante de ellos es el Vighyan Bhairav Tantra, una recopilación de 112 técnicas para el despertar la consciencia de Gorakh Nath, maestro que reunió a todas las corrientes de tántricos para unificar las enseñanzas, y las escribió en forma de conversación poética entre Shiva y Shakti.

Para la cosmovisión tántrica, la Totalidad se divide en dos para transmitir las enseñanzas, Shiva que es la Conciencia Universal (elemento Eter) y Shakti la energía, entendiendo por energía a la manifestación de todo lo que existe (elementos Tierra, Agua, Fuego y Aire) pero en esencia son lo mismo, no hay tal dualidad entre la conciencia y el mundo, y adentrarse en la práctica del Tantra nos acerca a poder comprender profundamente este sentido de Totalidad.

Es estando en el mundo, en el despertar de Shakti y su Unión con Shiva, que podemos expandir nuestra conciencia en la experiencia humana. 

Para mí esto se traduce en la expansión de nuestras experiencias de vida, en la ampliación de nuestras potencialidades como seres humanos, tanto de nuestras cualidades más sensibles y empáticas como de nuestra fuerza creadora, creativa y destructora de todo aquello que no colabora con el pulso de la vida.  

La práctica del Tantra entonces es muy simple, se trata de llevar conciencia a cada una de nuestras experiencias vitales. 

Es simple y a la vez compleja, pues vivimos en un mundo hiperestimulado que nos desconecta del cuerpo, las emociones, de nuestros procesos fisiológicos vitales,de nuestra fuerza sexual, de la naturaleza y la energía de los elementales. 

El camino del Tantra como la vida en la Tierra es cíclico, inmanente y puede acompañarnos a lo largo de toda nuestra vida. 

Dice Astiko Lopez (maestra de Tantra): Tantra no es una filosofía ni una doctrina, ni un manual para ser un buen amante, no es algo que se aprende intelectualmente, ni de escrituras, ni de manuales.Tantra es una experiencia directa con la vida, es un despertar, que a veces requiere años de búsqueda, de práctica, de experiencia. 

¿Tiene que ver con el sexo?

El Tantra incluye todas las dimensiones del ser humano, en eso incluye la sexualidad, no la niega, no la reprime como tampoco pone especial énfasis en ella, comprende la sexualidad como parte natural de la experiencia humana, ni más ni menos que eso. 

Para la practica tantrica da igual como accedas al estado de meditación profunda en donde cuerpo y espíritu se reconocen uno, puede ser a través del encuentro sexual con otra persona, puede ser en la danza, puede ser a través de la contemplación o la quietud, no importa, porque no tiene que ver con la forma sino con la cualidad con la que vivimos dichas experiencias. 

Ahora bien para nuestra experiencia como seres humanos occidentales viviendo en el siglo XXI bajo un sistema cultural patriarcal, el Tantra puede ser un gran camino para la recuperación de nuestra sexualidad natural, que desde mi mirada comprende la integración de 5 aspectos fundamentales:

  • Autopercepción: reconocer las sensaciones físicas, emocionales y energéticas del aquí y ahora. Somos un cuerpo que pulsa, la vida circula a través nuestro aunque la mayor parte del tiempo no podamos percibirlo, pues la represión de la sexualidad y las emociones deviene en un acorazamiento del Ser que limita las funciones vitales y nos desconecta de nuestros límites y necesidades.
  • Autoexpresión: tener la posibilidad de expresar los sentimientos, límites y necesidades. Expresar no solo con palabras sino que todo el cuerpo pueda dar cuenta de la vivencia interna, que la expresión corporal esté acorde a lo que me pasa y lo que soy internamente
  • Contacto con el entorno, empatía:  poder registrar lo que sucede por fuera de mí y en contacto conmigo, esto incluye a otras personas y también al resto de los seres terrestres con quienes coexistimos.

¿Cómo puedo sentir a la otredad sin perder el registro de lo propio? 

Solo desde allí es posible desarrollar la empatía, la integración de la diferencia. 

  • Ser canal de deseante: reconocer que es aquello que quiero construir en el mundo, aportar a mi comunidad, conectar con la fuerza creativa y creadora y darnos la posibilidad de ponerla en juego, entendiendo que la fuerza del deseo es algo que trasciende la individualidad y que siempre tiene un sentido colectivo más amplio
  • Expansión de la consciencia: desarrollar la seguridad interna para ampliar nuestras experiencias de vida, alimentar nuestra curiosidad y adentrarnos en nuevos caminos, arriesgarnos a nuevas vivencias deseadas, percibir  otras dimensiones de la experiencia humana y entregarnos al ciclo de vida/muerte/vida

Para acompañar esta investigación diseñe el sistema de Tantra Elemental

Si quieres profundizar un poco más en mi mirada del Tantra te dejo el acceso a dos de mis podcast

TANTRICA: 

TANTRA EN TIEMPOS MODERNOS junto a Nadia Marinoff @nalkimia

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